Victor Ternovsky:
Estimados amigos, les comunico que mi canal en YouTube, que se llamaba 'In Víctor Veritas', ya no existe más. Sus contenidos no están "disponibles" porque "se cerró la cuenta", comunica 'amablemente' la plataforma estadounidense cada vez que alguien quiere abrir uno u otro enlace de mis vídeos: informes, reportajes y entrevistas.
Sabía que, tarde o temprano, esto iba a ocurrir. Lo único que me sorprende es que el canal haya durado casi un año, una eternidad en unas circunstancias en las que el mundo que se autodenomina como 'libre' y 'democrático', es decir, EEUU y sus súbditos, desataron una brutal cacería contra las voces incómodas, aquellas que dejan al desnudo la persistencia del colonialismo, el supremacismo y el belicismo del Occidente colectivo, un puñado de países, con Washington a la cabeza, que siguen creyéndose los ‘gendarmes del planeta’.
La eliminación de espacios informativos como fue el mío, con varias decenas de miles de seguidores, y los de tantos otros compañeros de trinchera alrededor del mundo, constituye un grave atentado contra la paz global, por muy grandes que parezcan mis palabras.
Y es que deja el espacio mediático internacional en manos de quienes se dedican 24 horas al día a imponer la perversa idea de que ‘la guerra es la paz’. De que la única manera de parar el peor conflicto bélico en Europa desde la Segunda Guerra Mundial es derrotar a Rusia “en el campo de batalla”, según el máximo responsable de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell. De que la llamada ‘contraofensiva’ de una Ucrania en la que los cementerios crecen a un ritmo vertiginoso "avanza bien", según el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken. De que la entrega al régimen de Kiev de municiones con uranio empobrecido, pese a su desastroso efecto para la salud y el medioambiente en los territorios afectados, así como de misiles de cada vez mayor alcance y capacidad destructiva, supuestamente acerca la paz.
En otras palabras, se dedican 24 horas al día a acercar un apocalipsis nuclear, haciendo creer que no existen otras opciones. Pero sí existen. Y son las voces alternativas quienes las muestran. Unas voces que coinciden en que el llamado ‘conflicto de Ucrania’ pasa por negociar una nueva arquitectura de seguridad en Europa que tenga en cuenta las legítimas preocupaciones en materia de seguridad de todas las partes involucradas. Unas voces que coinciden en que la paz y la estabilidad globales se consiguen en base al respeto y el diálogo, y no en base a lo que constituye, según el intelectual español Fernando Moragón, las tres características de la política exterior de EEUU: el "uso de la fuerza constantemente", la "coacción de tipo mafioso" y la "venganza".
Les seguiré informando, estimados amigos, y les aviso que lo haré en un nuevo formato. La lucha sigue.
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