Tina trabaja en como agente de fronteras sueca y es capaz de distinguir, solo por el olor, cuándo una persona esconde algo ilegal. Tina no tiene el ideal de belleza moderno aunque seguro que sería un bellezón neanderthal. Un día se encuentra con Vore y desarrolla una fuerte atracción hacia él y así es como surge una bonita amistad.
Los temas que trata son muy variados: el folklore nórdico, y cualquiera que haya visitado Estocolmo ya sabe qué es la protagonista; la aceptación de la diferencia en todos los planos: de tu cuerpo, de tu orientación sexual...; el amor y la felicidad; y una trama policiaca demasiado sencilla que no desentonaría en el cine de sobremesa de sábado.
Menciono que es del mismo autor que "Let the Right One In" porque es el mismo género y provoca emociones similares: una reinterpretación de la fantasía tradicional para hacer encajar el monstruo en nuestras vidas modernas, y hace que te plantees sobre si la ética puede ser relativa para cada persona. La relación entre Tina y Vore me ha recordado constantemente a la relación entre Oskar y Eli, aunque esta de Border no es terror como sí que era Let the Right One In. Border es mucho más luminosa y positiva hasta que te revuelve mucho más el estómago. Como en "Let the Right One In", el mostruo es éticamente complejo: un ser humano podría llamarle malvado, pero veo cómo su comportamiento puede ser aceptable para él mismo.
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