Sigo con el Zelda: Breath of the Wild. Este juego no se acaba nunca. Lo retomé hace dos o tres semanas, y sigo sin salir de la parte noroeste del mapa, llevo casi un mes andando por la nieve, y encima es un juego en el que no puedes dejar una piedra sin remover... literalmente. Miedo me da cuando en 6 meses salga la secuela.
Le estoy empezando a ver las costuras al juego: ya he visto un enemigo en pose-T en la lejanía, y he hecho que se hunda en los abismos un guardián semienterrado al paralizarlo

Encima he visto que el inventario está mal equilibrado, porque puedes llevar la misma cantidad de armas que de arcos y escudos, cuando las armas las usas 3 veces más, y hay más variedad de tipos: sólo por llevar una antorcha, una hoja Kolog, un arma de fuego una de hielo, una eléctrica, algún cetro, algún boomerang... ya con eso ocupas la mitad del inventario.
No deja de ser un grandísimo juego, recomendable para todo el mundo... pero algunas tareas son muy duras de completar. Dicen que hay 1000 kologs escondidos, pero sólo necesitas 450 para completar el inventario... pero es que me tengo que esforzar por no ponerme a buscarlos ^^U Y aún hay 120 santurarios por encontrar, y el radio de detección no es demasiado amplio... por no contar que hay algunos escondidos tras una adivinanza o una misión secundaria de algún NPC. Creo que he superado de largo las 200 horas, son 10 veces lo que me llevó completar el Metroid Prime la primera vez.
Sí, vuelvo a estar un poco saturado del juego.
Para compensarlo, estoy jugando al Miitopía en la 3DS. Creo que ya lo comenté anteriormente, pero está lejos de ser una aventura de 20 minutos, como pueda parecer. Es muy importante tener un grupo de Miis variado, porque cuanto más locas sean las combinaciones, mejor experiencia. Yo tengo al AVGN guerrero cabezota, a Jurk Hoygan el cocinero cabezota, a Nikki (la de los correos) la sacerdotisa amable (tanto que a veces hasta le perdona la vida a algún enemigo), Pacooooo!! el alienígena flor tranquilo, Samus la diablilla guay (tan guay que a veces pasa de que le golpeen). Mi personaje, como siempre tiene que estar en el grupo, tiene tres trabajos: ladrón, científico y tanque, pero siempre, pasmarote. El malo, el Gran Archimago, es un Terminator, y de vez en cuando me encuentro con el Gran Sabio Miyamoto, y quiero pensar que Dios es el gran Satoru Iwata, pero aún no me han dado la opción.
El juego se carga todos los tópicos de los RPG: sólo controlas los ataques de un personaje, los escenarios son pasillos con bifurcaciones, y todo es aleatorio, no respetan ni los turnos. En un momento dado un personaje se puede saltar su turno porque está enfadado con otro, o incluso ambos pueden acabar peleándose entre ellos, o un cabezota puede atacar de nuevo porque no le ha gustado cómo ha sido su ataque... Tiene su aquel, es muy buena introducción a los RPG, pero va subiendo la dificultad y una buena estrategia es importante... bueno, o no, porque al final pasan cosas que te la destrozan por completo, pero ese es parte del encanto.
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