Vaya por delante que el que quiera una crítica en concidciones puede pasarse por Metacritic, RottenTomatoes, IMDB, etc. donde verá que, asombrosamente todas las críticas positivas y negativas son esencialmente variaciones de "Efectos asombrosos, historia pobre, personajes unidimensionales"
Valga también decir que llevo unos 4 años esperando ésta película y devorando ávidamente cada trozo de información que aparecía en la red, así que mis expectativas estaban por las nubes. Y todas ésas expectativas decidí dejarlas fuera de la sala en el último momento, temeroso de que la película no las cumpliese y de salir decepcionado del cine.
Aviso que a partir de aquí hay spoilers, así que recomiendo no leer la crítica hasta que hayáis visto la peli.
Una vez metidos en situación, os voy a hablar de Avatar, una película de 2:45 h que en realidad dura 45 minutos, los 45 minutos de la batalla final, concretamente. Las dos horas previas, aunque son un espectáculo audiovisual como no se había visto hasta el dia de hoy en una sala de cine, podrían calificarse como un ejercicio de predisposición mental para lo que viene a continuación.
No hay manera de llegar a un final satisfactorio sin haber pasado por las dos horas previas. No hay manera de que te importe el desenlace sin recorrer primero el mismo camino que hace Jake Sully. "Me enviaron aquí para aprender de vosotros", dice en un momento de la película. De la misma manera que el ex-marine, recorremos Pandora de la mano de Neytiri, descubrimos su flora, su fauna, y el vínculo místico-emocional que une a todos los seres vivos que allí habitan. Sin querer ya formamos parte de ése mundo que Cameron se ha sacado de la manga, pero no será hasta que veamos peligrar a ése mundo que nos daremos cuenta.
Durante la proyección estuve esperando experimentar ése estremecimiento que sufre uno tan de vez en cuando en el cine. Pero pasaba ya la mitad de la película y no llegaba. Curioso, tratándose de una película que supuestamente iba a ser "revolucionaria". Finalmente cuando llegó, tardé en comprender que no estaba asistiendo a un momento especial, a una escena en concreto o a un giro revelador. Avatar va fluyendo poco a poco desde la pantalla a tu mente a través de tus ojos, y cuando alcanza una masa crítica (que puede ser en cualquier momento según tus expectativas, atención y capacidad de asombro) dentro de tu cabeza, entonces comprendes de verdad lo que estás viendo y no puedes hacer sino emocionarte. No te emocionas por la historia (vista ya como un millón de veces), ni por la sobrecarga visual, ni siquiera por la a-c-o-j-o-n-a-n-t-e verosimilitud del mundo que Cameron ha creado. Te emocionas porque es tu mundo el que está a punto de ser arrasado por un motivo que no entiendes (reconozco que explicar por qué el Inobtanio es tan valioso no hubiera estado de más. Versión corta: es un metal superconductor a temperatura ambiente).
El que no haya sido capaz de experimentar ésto, probablemente no le haya parecido una gran película. Muy bonita, si, pero nada más.
Al respecto de la tecnología, en mi humilde opinión, James Cameron ha sobrevolado el Uncanny Valley a lomos de un Ikram dejándolo muy, muy lejos. Pandora ES REAL, sus fauna, su flora, los Na'vi. TODO ES REAL. Y ENORME.
Nos encontramos además ante una redefinición del cine en 3D. Hasta el día de hoy, el 3D en el cine se ha entendido como "cosas que parece que salen de la pantalla y se te estampan en los morros". Ésto se acabó. Cámeron juega con los planos de acción y las profundidades de campo en 3 dimensiones como si llevase toda la vida haciéndolo. Avatar no sale de la pantalla salvo en cuatro escenas puntuales, pero te hará preguntarte por qué el resto de películas se ven tan planas.
*****, estoy deseando volverla a ver ésta tarde.
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