Están Neville con la vampiresa curada, la brasileña y su hijo en la pecera, y los demás vampiros fuera con el Alfa a la cabeza. El Alfa se pone a dar cabezazos al cristal, pero para. Entonces, dibulja con su mano manchada de hollín una mariposa en el cristal. Neville se queda perplejo. El rostro del Alfa se relaja. Neville mira a la vamiresa y ve que tiene un tatuaje de una mariposa en el reverso del hombro, entonces le desconecta la vía, y ante el asombro de la brasileña le pide que abra la puerta y sale de la pecera empujando la camilla con la vamipra. Tras él la tía cierra la puerta a toda prisa.
Los demás vampiros quieren zumbarle, pero el Alfa les contiene. La vampira empieza a reaccionar, pero no se mueve, asique Neville le pone una inyección, idea que a los vampiros en general no parece hacerles gracia, pero el Alfa les vuelve a chistar. Entonces la vampira reacciona y el Alfa y ella se dan muestras de cariño y el Alfa la coje en brazos y se van los vampiros, no sin antes echarle el Alfa una muy significativa mirada de reproche a un Neville muy avergonzado que mira derrotado el mural con las fotos de todos los "especímenes" muertos en sus experimentos. Después se ve como la brasileña, el niño y Neville se van en coche de NY emitiendo por radio "No estaís solos" y que van hacia el norte.
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