Estaba "reparando" ordenadores de Charos agradecidas, bien vestido (me dejaban llevar mi ropa de calle), si pasar frío ni calor (calefacción o AA), comiendo en un gran comedor con Wi-Fi, TV, máquina de café, charlando con compañeros con los que tenía cosas en común. A las 15 me iba a casa tal cual había entrado a las 7, oliendo todavía a perfume, y me daba tiempo a ducharme, comer, echar una siesta e ir al gym completamente nuevo.
Ahí me di cuenta que ya era laboralmente indestructible, me había pasado primero el juego en NG++ Ultra Hard, y luego me lo había puesto en fácil

.
Me venían flashbacks de Vietnam en los que estaba sentado en un cubo de plástico, a -10ºC o a 40ºC, abriendo un panecillo con una espátula que estaba usando hace 5 minutos para masillar, en medio de una avenida cual mimo o muñeco de Pikachu, o en medio de la nada, rodeado de compañeros que ahogaban sus penas en alcohol o drogas, con los que solo podía hablar de fútbol, bares o "mujeres".
Fin de la jornada, son las 19:30 y estoy a mínimo 45 minutos de casa, es de noche, huelo a veneno puro, voy hecho un asco y me da vergüenza mezclarme con la gente de a pie con mi disfraz y mis botas de seguridad llenas de pintura y mierda, que pesan 2kg, me duele todo. Mis compañeros se quedan a echar 4 botes de cerveza de los de +33% en el bar Paco, yo ni de coña. Me dormiría en el metro pero está a reventar y voy embutido cual sardina, hoy no he almorzado y he aprovechado los 15 minutos para dormir en el suelo, con un saco de gotelé haciendo de almohada y una camiseta sucia de funda, porque esos sacos están fríos como el acero. No me ha servido de nada, estoy agotado. Tras comerme 45 minutos de pie en la línea 1, paro en Tirso de Molina. Se me escapa el autobús, nunca coinciden los "timings". Me espera una buena bajada por Ronda de Segovia. Estoy tan molido que la cuesta abajo parece cuesta arriba.
20:45, llego a casa. Intento no pensar que salí por esa misma puerta a las 6:45am para hacer el camino inverso. Me ducho en modo automático, estoy tan cansado que no quiero cenar. Llega mi chica, me saluda, se ducha y hace unos sandwiches, porque no sabe cocinar, el cocinillas soy yo pero temo caer muerto encima de la vitro. Aún así, agradecido, me ha salvado la noche. Cojo el mando de la TV, lo vuelvo a dejar porque sé que no voy a durar ni 5 minutos vivo, me lavo los dientes y a la cama. Me suena un mensaje, aprovecho para poner la alarma y lo leo: "Mañana vas a Majadahonda". Cambio la alarma a 30 minutos antes, 5:30am.
Miro el reloj, son las 00:05 y me viene el golpetazo de ansiedad al calcular las horas que voy a dormir. Mi chica me abraza por la espalda, quiere tema. El abrazo me reconforta y me duele al mismo tiempo, tengo la espalda hecha un cristo. Me giro, le doy un beso y le digo que estoy muerto, que mejor el sábado con más calma. Ni follar puedo! Lo entiende pero sé que en el fondo se siente rechazada y se hará sus movidas, se gira y a los 2 minutos se duerme. Yo me quedo rayado en la cama pensando en si la vida es esto o hay algo más, me dan las 3am hasta que me duermo por puro agotamiento.
No han pasado ni 3 minutos en mi mente cuando suena el despertador, vuelvo al presente y vuelvo a escuchar aquello de "Buf, aquí se trabaja duro, eeeh?". Vuelvo a sonreir, pero si pudiera me partiría el culo a carcajadas.
Marcadores