De vez en cuando voy mirando si aparece algún lector de tinta electrónica en color decente y asequible, y por fin ha llegado uno, aunque de momento exclusivo para el mercado chino.
De hecho parece no permitir cargarle contenido de forma externa, y solamente está en chino, sin posibilidad de traducir los menús a otro idioma.
Pero la parte positiva es que cuesta alrededor de 200€ al cambio. Vale, los colores son fríos, con poco detalle, pero ya lo considero un gran avance, y más por ese precio.
Ahora toca esperar un poco más a que la competencia se ponga las pilas y podamos hacernos con un trasto similar al que meter mano desde el calibre de turno.
Marcadores