Se conoce que en 2008 lanzaron este "revolucionario" sistema de alquiler de películas, que consistía en discos precintados, que se degradaban desde el momento en que los abrías, dando unas 48 horas de uso.
Entre el precio del 'alquiler', unos 5 dólares, y la incertidumbre de no saber realmente cuánto tiempo podrías disfrutar de sus contenidos, llevaron al olvido a este invento del demoño.
Parece que lo volvieron a intentar llevando el producto a distintas aerolíneas, pero no he encontrado mucha información, al respecto.
Parece ser que hubo otro intento anterior, en 1999, por parte de los almacenes Circuit City, llamado Digital Video Express, o DIVX (no confundir con el códec de vídeo DivX), aunque ahí entraba en juego un lector propio, con el que reproducir y desbloquear el tiempo de visionado, previo pago.
Es decir, alquilabas una peli, te llevabas el disco a casa, y el reproductor 'sabía' que tenías 48horas para verlo. Si pagabas un plus, te daban más tiempo vía conexión telefónica al aparato, e incluso podías acceder al nivel "gold", que te proporcionaba visionados ilimitados... siempre desde ese reproductor.
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