Iniciado por
Drumpi
Hace mucho tiempo, en mis años mozos, solía conectarme a las tantas de la madrugada, porque estudiaba fuera y sólo podía disponer de internet cuando volvía a casa los fines de semana. Sí, eran aquellos tiempos de las tarifas reducidas y las primeras tarifas planas, con un ordenador compartido con toda la familia.
Estaba yo navegando tan tranquilo, con las luces apagadas, para no despertar a nadie cuando, de pronto, escuché la voz susurrante de una mujer. Me di la vuelta de un brinco pensando que era mi madre que había entrado sin que la oyera... ojalá, porque no había nadie.
Pensando que podría haber sido mi imaginación disparada por las altas horas de la madrugada, o alguien desde fuera, volví a mis quehaceres.
Unos pocos minutos más tarde, volví a oir esa voz durante un par de segundos, y di otro salto del sillón. Esta vez me quedé de pie.
Allí no había nadie.
Yo no creo en fantasmas, pero... estaba cagado de miedo. Intenté ser racional, pero de nuevo volvieron los nervios cuando el sonido volvió, y ahora estaba acompañada de otra voz. apenas oía lo que decían, pero no sabía de dónde venía, ni duraba lo suficiente para encontrar el foco del sonido.
Estaba a punto de desconectar e irme corriendo a mi cuarto cuando, con la cabeza cerca del monitor, pude oir claramente el origen del sonido.
Los altavoces estaban encendidos para poder oir los avisos de un programa que teníamos que sonaba cada 15 minutos de conexión, y porque estaba viendo un vídeo de youtube... ¡y era eso! Había dejado cargando un video, pero se ve que no lo había puesto en pausa, y con lo lenta que era la conexión tardaba varios minutos en cargar apenas un par de segundos, de ahí que se interrumpiera cada dos por tres.
Se puede ser muy valiente, o no creer en espíritus, pero os aseguro que en esos momentos ni Sheldon Cooper sería capaz de racionalizar ante lo que podía ser un fantasma.
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