Yo iría mucho más lejos: En los últimos 100 años, los nacionalismos (y no debería hacer falta decirlo, pero por si acaso lo digo: el español incluido) nunca habían hecho tanto por distraer al trabajador medio de los propios problemas inherentes de su clase social. Es increíble ver cómo en ciertas partes de Catalunya y de España se ha dejado de hablar de las pensiones de mierda, de los alquileres de zulos a precio de chalet, del incremento del precio de la energía y el agua, de la paupérrima calidad de los nuevos puestos de trabajo... Y todo, para que gente como los de la antigua CiU puedan seguir ocultando que son tan corruptos como los políticos españoles.
Pero lo peor de todo, es que encima, a los que no somos nacionalistas y que al mismo tiempo no toleramos la deriva fascista y autoritaria con la que ha respondido el Gobierno de España al procès, nos está obligando a situarnos en una posición cercana a los nacionalistas catalanes, desde donde exigimos la no existencia de presos políticos, pero desde donde al mismo tiempo se nos reprocha desde un lado que estamos apoyando a los delincuentes secesionistas y desde el otro, que no podemos criticar a nazis como Torra (porque sí, ese señor es un nazi, habla como los nazis y defiende ideas de superioridad étnica similares a los nazis, PUNTO) porque si no somos unos fachas españolistas más.
Al final, gente como yo, acabaremos por decir "Hale, mataos entre vosotros" por puro cansancio. Y es una pena, porque eso acabará solamente de una manera posible: pisoteando los derechos de la clase obrera en favor de un trapo de tela de colorines cada vez más grande.
Afortunadamente para mí, y ahora ya lo digo desde el más puro egoísmo, lo que suceda con la clase trabajadora en España ya no me afecta directamente. Solo lo lamento por mis familiares y amigos.
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