Después de unos días trasteando el nuevo iphone x ya tengo una opinión formada sobre el nuevo teléfono de la manzana…
El resumen es más de lo mismo pero más bonito, más rápido, mejor.
Es normal pensar que quien se deja 1.159 euros, sin contar accesorios, en un dispositivo solo hable maravillas de él, pero nada más lejos de la realidad, me gusta Apple, sí, me pagan, no, es más un capricho que otra cosa porque vengo de un iphone 7, (que aún conservo) y la compra del X fue totalmente compulsiva, contuve el hype cuando se anunciaron las reservas, esa batalla la gano la cabeza, principalmente por tener el 7 literalmente nuevo y por su elevado precio, (en mi caso la versión de 64gb 1.159€), pero el viernes pase por delante de un apple store y casi sin darme cuenta estaba preguntando a un vendedor por el stock disponible, al recibir respuesta afirmativa, me quite la cabeza, me puse una sandía y la guerra la gano el corazón, me vi con un iphone x plata de 64gb para casa.
En cuanto a la disponibilidad, como siempre con apple en las fases iniciales es muy reducido, los colores disponibles son negro y plata y la verdad es que con una funda que tape la parte trasera, como la original, y con la falta de marcos de la pantalla no se distingue uno de otro. Además puedes elegir dos capacidades 64 y 256gb.
Superado el susto inicial del precio lo primero que ves al abrir la caja y retirar la primera capa de folletos (me comentó el vendedor que desde el 7 lo ponen así porque antes colocaban el teléfono primero y salían disparados de la caja al abrirlos), es una flamante pantalla de 5.8” sin casi nada de marco, si Apple destaca por la calidad de sus acabados, el iphone x destaca por ser lo que es, una versión premium de su dispositivo móvil, aparte de la pantalla frontal vemos todo el marco con un acabado metálico precioso, al estilo del apple watch (no la versión sport), la parte trasera tiene una primera capa transparente y debajo de ella ves el color elegido.
Apagado el teléfono no llama la atención mas allá de su acabado, ya tenemos el ojo tan acostumbrado a terminales Android sin marco que solo destaca cuando ves que lo que te enseña es ios.
La primera impresión nada más encenderlo es que efectivamente la pantalla no tiene marco, tiene efectos visuales a 3 mm del borde del teléfono, se ve de lujo a un brillo medio y alucinas cuando pones el brillo al máximo.
El OS es el mismo que cualquier otro teléfono de la marca pero el rendimiento, incluso acostumbrado a un 7, tiene ese plus que te asegura que estas ante otro teléfono.
En cuanto a las aplicaciones me he encontrado de todo, las grandes están adaptadas a la pantalla del X, pero otras más modestas aún no se han adaptado y se ven como en 16:9, con franjas negras de pantalla desaprovechada en los bordes superior e inferior, espero que se vayan adaptando.
Y es que ese es el principal inconveniente técnico del teléfono, la zona de las cámaras frontales (tiene un nombre que ahora mismo no recuerdo), supone un gran reto para los desarrolladores que quieran que sus aplicaciones se vean lo más bonitas posibles en el X, ya que los laterales son aprovechados por el OS para meter complicaciones y sinceramente, una aplicación no adaptada a la pantalla del X se ve cutre, pero una adaptada luce espectacular.
Probadas las nuevas pijadas que trae puedo decir que las cámara trasera me ha dejado flipado, el modo retrato es una auténtica pasada, no controlo de fotografía, pero las fotos que hace lucen increíbles sin controlar lo más mínimo, el teléfono lo hace todo.
El face ID, el buque insignia del dispositivo es una virguería que parece magia, con dos simples escaneos de cara, con su correspondiente giro de 360º en cada uno, es increíble cómo puede desbloquear el teléfono, completar contraseñas y usar Apple pay con solo enfocarme, he dedicado un rato largo a hacerle la puñeta y no ha fallado ni una sola vez, con escanearte en un ángulo máximo de 45º sabe que eres tu, la primera prueba que hice fue completamente a oscuras, literalmente me metí en un cuarto sin ventanas, apague la luz e intenté desbloquear el teléfono, el primer intento funcionó, llegue a pensar, -bueno, a oscuras ve cualquier cara y desbloquea, nada de eso, con otra cara no lo desbloquea, es tremendo como con la simple luz de la pantalla a 1/3 de brillo consigue funcionar, después le estuve fastidiando, desde gafas de sol, tapado hasta la nariz con una bufanda, dándole el sol directamente en la cámara, y os prometo, con gafas de sol y bufanda a la vez funciona, no he conseguido que falle ni una sola vez, excepto girando la cara más allá de 45º. Es la virguería que más me ha llamado la atención en mucho tiempo.
Los animojis son anecdóticos, de momento sólo están implementados en la aplicación mensajes, son más bien una demo técnica del face ID, son precisos (me refiero a precisión no a preciosidad), graciosos y tan poco útiles ahora mismo como un bloque de hielo en el polo.
La carga inalámbrica es curiosa, pero poco práctica, compre el cargador mophie que venden en los Apple store y es tan lenta que no merece la pena, de 0 a 100 tarda en cargar unas 4 horas, esta bien para la noche, o para el despacho, pero como muevas el teléfono de un lado para otro no, es cómodo, porque sólo es dejar el teléfono apoyado en lugar de pincharlo, pero poco práctico por lo que tarda.
En términos generales es un pedazo de teléfono, estoy encantado con la compra, pero siendo consciente que es un capricho más que otra cosa, ¿merece la pena el desembolso?, no, en ningún caso lo tendría como el terminal de acceso a Apple para alguien que viene de otra marca y existen alternativas más económicas que van a dar una satisfacción de uso parecida, que aunque no llegue al nivel del X son muy positivas, el iphone 8 o incluso el 7, son excelentes alternativas más económicas, ya no llegaría hasta el 6S porque con IOS 11 se están experimentando bajones de rendimiento y de batería.
Personalmente considero que ha sido una buena compra porque el X ha contentado a dos personas, a mi y a mi padre, que va a recibir el 7 nuevo sin desembolsar ni un euro.
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