Mucha leyenda negra es lo que hay. Cuando vivía en Tarragona la gente decía indistintamente San Pedro y San Pablo o Sant Pere i Sant Pau (es un barrio). Ahora vivo cerca de Sant Vicenç/San Vicente, escucho ambos nombres cada día. Y yo no soy capaz de decir Lleida así me maten aunque hable en catalán, porque el nombre de ese pueblo para mí ha sido Lérida de toda la vida de dios. Y nadie ha apedreado a nadie nunca en cataluña por nada de esto.
Marcadores