El gigante azul
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- 10/02/2008 a las 19:39 (1736 Visitas)
Tras pasearme virtualmente por todas las ofertas de la mayoría de consultoras, aunque me deje sin tocar los "cibertimbres" de un par de "las grandes" vengo con novedades.
El viernes me calcé las botas de vestir, pues no tengo zapatos y me puse mis mejores galas para ir a hacer una entrevista. El lugar de la entrevista estaba cerca de uno de los centros de proceso de datos de la empresa para la que estoy trabajando en la actualidad.
Allí estaba yo en el vestíbulo de una mole de cemento que parecía fagocitar a un edificio de ladrillo. Gente de apariencia seria, de camisa y zapatos. De chaquetas impecables. Realmente no sabía que pintaba yo allí. Un friki con los pelos ni largos ni cortos repeinados para atrás porque la raya no se le queda y con unas botas que parecen zapatos que encima me estaban haciendo daño.
Tras esperar diez minutos en el vestíbulo dos hombres se dirigen hacia a mí. Uno de traje y corbata y otro más joven de pantalón y camisa con pinta de friki encubierto, porque los frikis nos reconocemos unos a otros aunque vayamos disfrazados.
De repente recordé donde estaba y cuales eran mis objetivos. Estaba en IBM y quería ver que me ofrecían y decidir que es lo que más me conviene.
La entrevista transcurrió en una especie de jardín interior con mobiliario de terraza. Estaban muy interesados en lo que hacía en mi trabajo actual y en que es lo que hacía a diario. Después me explicó que eran lo que hacían y me preguntó si me interesaba, que si sabía MQ Series y yo montón de cosas de bases de datos. Le dije que de MQ Series sabía mirar colas aunque me ahorré el chiste de que yo no las limpio. Les expliqué que donde estoy ahora tenemos un departamento de bases de datos y otro de middleware, así que de bases de datos y colas la verdad que utilizo los scripts de ya preparados por los técnicos de los departamentos correspondientes y que en caso de marrón enseguida escalábamos la incidencia.
Me estuvo explicando que eso que yo hago en la jerga IBM se considera "operador de nivel cero" y que lo que ellos me ofrecían era un trabajo de "operador de primer nivel". Nada de seguir operativas y escalar. Hay ue ser ingenioso y tomar decisiones.
Al salir de allí pasé por detrás de uno de los edificios de la empresa para la que trabajo en la actualidad. En esa calle hay una juguetería, pero con los turnos siempre la encuentro cerrada. Estaba abierta.
Entré. Rebusqué rápidamente y llegué donde estaban los Lego. Mhh, tenia que resarcirme. Me dolían los pues y nos estaba muy esperanzado por el resultado de la entrevista. Me compré un exoforce. Hay que ver como han evolucionado los Lego desde que mi madre decidió regalarme la decena de kilos de fichas que tenía a un vecinito que jamás los disfrutará a tantos niveles como yo.
La chica de la jugetería me preguntó si me lo envolvía para regalo. Le dije que no, que me daba un poco de vergüenza pero que era para mi. Que un tío formado hecho derecho que sabe de robótica lo puede disfrutar a unos niveles que a un niño no se le pueden ni pasar por la cabeza. Me confesó que a ella también le apasionan los puzzles y le tuve que confesar que tengo uno atascado desde el verano y que no puedo tenerlo sacado porque tengo dos gatos. Tengo la sensación de que voy a pasar más veces por esa jugetería.
De allí me fui a trabajar. Cuando llegue al intercambiador de plaza de Castilla recibí una llamada de la consultora a través de la cual había obtenido la entrevista, que dicho sea de paso me mando allí sin haberme entrevistado previamente.
Me preguntó de nuevo por mi disponibilidad porque los de IBM me querían. Le pregunté por las condiciones económicas y lo que me dijo son mil eros más al año de lo que cobreo en la actualidad. Dabuten. Sin turnos 24x7, solo los sábados por la mañana y nunca los domingos, en un proyecto para telefónica.
La cosa pinta bien. Además el lunes se supone que me mandará el precontrato así que cuando lo vea con mis ojos le diré al de mi actual consultora: ¡Ahí te quedas pringao! Bueno, quizás no se lo diga. Puede que intente mejorar la oferta. Claro, que me tendría que pagar al menos ochocientos euros más que la otra consultora, que que no es lo mismo currar en 24x7 fuera de Madrid que no hacer 24x7 y además poder llegar en metro tardando una hora menos en ir y otra en volver.
Así que si todo marcha bien el lunes le diré al menda que en quince días tendrá que decirme adiós. Me preguntará el motivo: dinero. Bueno y hay otro más. Desde los ocho años he querido estar con el gigante azul. Aunque a mi lo que me gusta de verdad es el maíz del Gigante verde, pero esa es otra historia.
Entre unas cosas y otras no he podido montar el exoforce hasta las dos de la mañana de ayer, aunque ya lo he tuneado.
Adjunto fotillos.