seint

Impotencia, dolor, desprecio. El fuego ardiente me quema arrasando todo mi ser, sumido en un dolor estremecedor, estallo destrozando mis anegados sueños para despertar tiritando en un cementerio. Ahí cenizas cuentan todo lo que fui y una lápida sin identificación recuerda que mi sitio no esta ahí. Algo imprevisto o mal calculado, me lleva a estar en una situación que jamás quise desear, en ese instante rompí a llorar y lágrimas se deslizaban fríamente como cuchillas sobre mi rostro, destrozando y rasgando toda mi cara. En mi semblante, reflejado en ese charco de lágrimas de imposibilidad, se ve a un ser, un ser que no soy yo. Me pongo a gatas y silencioso sin que ahora nadie me tenga en su recuerdo, me despellejo en soledad. En el cielo porciones de luna se ríen de mí, pero ella, ella está rota por no darse cuenta de la realidad y rechazar lo que de verdad quiere, lo que siempre le oigo decir y a su alrededor, estrellas sin fundamento, ni pundonor, juegan a botar sobre mi moribundo cuerpo para alcanzar su deseo... Propio de mí les dejo continuar con su ocio, ya que para ellas es un juego, lo que para muchos es algo serio... Sin ganas ni de esquivar, una flor alimentada por mi sangre horada parte de mí dignidad, lo único que siempre conservo con fuerza y orgullo, si aun le fuera poco, crecida por la altanería de creerse una mónada que no es, el engendro, desea chuparme la linfa para dejarme sin defensa alguna hacia el azar inoportuno impuesto por la cabezonería de un ser "superior". Esa cosa ya se cansa, no le sirvo. Como un cuerpo vacío, ando por los tenebrosos y confusos caminos que llevan a ninguna parte, por ahí, en cada cruce, en cada desvío, siempre aparece el mismo cartel que aparenta honestidad, auteridad y bondad pero con argucia te esta haciendo entender que solo en uno mismo hay que pensar. ¿Egoísmo? ¿Ingratitud? ¿Voracidad? No sé, yo solo sé contemplar, razonar y hacerme valer por mi mismo, que por ahora mi luz brillante seguirá luciendo y aunque parpadee indefinidas veces, nunca se apagara, ya que aprendió sufriendo que el orgullo lleva a la muerte y aunque en este mundo donde la gente se alimenta con la humillación de los demás, aun con esfuerzo y empeño, solo se puede lograr como máximo malvivir, así que mientras tanto, los ignoros se creerán algo más que los demás, cuando en realidad no son más que arena en un inmerso desierto.


Se nota que ese día estaba un poco enfadado u_u