Petit Mort
22/04/2009, 00:47
Hamelín busca un nuevo 'flautista', y de seguro que ahora aflojarán los euros acordados a quien sea capaz de librarles de una nueva plaga, también de ratas. El diario regional 'Dewezet' informaba ayer del problema reincidente de los ciudadanos hamelines y un portavoz municipal confirmó a la agencia alemana Dpa que los roedores "se han multiplicado de manera explosiva".
En pleno siglo XXI la química se encargaría de estos bichos en un santiamén, pero la ciudad se encuentra con un problema legal: no sabe de quién es el terreno donde se ubica el nido de roedores a las afueras de la localidad y no puede colocar veneno sin el permiso del dueño. Al parecer el retruécano reside en que en los últimos años se ha construido una urbanización y precisamente esa propiedad ajardinada invadida por las ratas, de uso común, no tiene un dueño claro en el registro. Eso sí, han rodeado la propiedad de trampas para evitar los paseos de sus inquilinos.
Quizás alguien debería hablar a las autoridades de Hamelín del acuerdo de Schengen, que permite que las policías europeas de los países firmantes se internen en países vecinos persiguiendo a los "malos". Ergo, se mata primero a las ratas y luego se pregunta quién, cuándo y cómo. O mejor, si se trata de ser legalista, se detiene a cada uno de los roedores y tras ser cacheados se les somete a un somero interrogatorio individual. Quizás así averigüen el nombre del propietario. Al menos se echarán unas risas en tiempos de crisis financiera.
Más información: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/18/cronicasdesdeeuropa/1227028896.html
En pleno siglo XXI la química se encargaría de estos bichos en un santiamén, pero la ciudad se encuentra con un problema legal: no sabe de quién es el terreno donde se ubica el nido de roedores a las afueras de la localidad y no puede colocar veneno sin el permiso del dueño. Al parecer el retruécano reside en que en los últimos años se ha construido una urbanización y precisamente esa propiedad ajardinada invadida por las ratas, de uso común, no tiene un dueño claro en el registro. Eso sí, han rodeado la propiedad de trampas para evitar los paseos de sus inquilinos.
Quizás alguien debería hablar a las autoridades de Hamelín del acuerdo de Schengen, que permite que las policías europeas de los países firmantes se internen en países vecinos persiguiendo a los "malos". Ergo, se mata primero a las ratas y luego se pregunta quién, cuándo y cómo. O mejor, si se trata de ser legalista, se detiene a cada uno de los roedores y tras ser cacheados se les somete a un somero interrogatorio individual. Quizás así averigüen el nombre del propietario. Al menos se echarán unas risas en tiempos de crisis financiera.
Más información: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/18/cronicasdesdeeuropa/1227028896.html