pakoito
29/11/2007, 18:18
Como jinete del apocalipsis me predispongo a extender la guerra a todos sitios. Tras el paso por EOL y HG2, tocan los geperos, MUA HA HA HA.
Por suerte (o por desgracia, como siempre, según se mire), las diferentes decisiones que he tomado a lo largo de mi vida me han llevado a gozar a día de hoy del mundo de los videojuegos desde tres puntos de vista distintos: como videoadicto, como analista, y desde hace unos meses, como vendedor en una importante cadena de tiendas dedicadas en exclusiva a la venta de juegos y consolas.
Pese a que mis facetas como jugador y redactor siempre me han hecho ver el sector de un modo bastante parejo, no ha sido hasta que me he puesto detrás del mostrador cuando he podido entender algunas de las situaciones que, a los que entendemos el videojuego como el octavo arte y no sólo como "un juguete más", nos sorprenden día a día como lo son los lanzamientos paupérrimos que aparecen semana tras semana, la explotación de sagas, las listas de ventas incomprensibles, las decisiones de compañías a priori ilógicas y en definitiva, las situaciones que no encajan en el modo de ver el sector del ocio electrónico que tenemos los que a diario leemos artículos, intentamos probar todas las novedades, participamos en foros y hacemos de los videojuegos algo más que un mero hobby.
Tras varios meses vendiendo juegos a miles y miles de clientes, son varias las lecturas que saco en claro. Aunque siempre habrá excepciones como lo fue el relanzamiento de ICO o la distribución en nuestro país de Metal Gear Solid 3: Subsistance, decisiones claramente enfocadas a contentar al sector más "hardcore" de los usuarios, lo cierto es que la realidad de una tienda demuestra que, por cada ICO que se vende, son un centenar los Need for Speed que nos vuelan de las manos. Es irónico pensar que, si juntábamos todas las reservas que teníamos hace una semana de juegos como Uncharted, Assassin's Creed, Mass Effect, Super Mario Galaxy o Crysis, no llegaban ni a la cuarta parte de las que tenía Pro Evolution Soccer 2008 en PlayStation 3 antes de salir a la venta, un juego del que apenas habíamos visto nada salvo unas declaraciones sorprendentes de sus responsables atacando a su propio juego y una lamentable demo que acabó derivando a un juego igualmente deficiente. En el pedido del pasado jueves venían 30 copias de Los Simpson para PSP, y sólo 4 de Silent Hill Origins. También venían cerca de 100 copias de WWF Smackdown 2008 para Xbox 360, y apenas 15 de Mass Effect. Da que pensar. Como también da que pensar que, entre los títulos económicos de PlayStation 2, vendan infinitamente más True Crime 2 y Matrix: Path of Neo que Kingdom Hearts 2, Tekken 5 o Shadow of the Colossus. Por mucho que como videoadicto y analista me moleste, las sagas consagradas a base de explotar la misma idea una y otra vez, o los títulos que se limitan a aprovechar el tirón de una atractiva licencia, siguen ninguneando las ventas de las nuevas y frescas ideas.
¿Y qué pasa con PC? Los cada vez más altos precios y los siempre temidos requístos mínimos, además de la piratería, provocan unos índices de ventas mínimos si lo comparamos con las ventas en consolas (que de Call of Duty 4, una saga nacida en PC, nos llegaron una decena para compatibles y más de 50 para PlayStation 3 y Xbox 360, habla por sí sólo del mercado del PC en nuestro país). Las ventas de un juego como The Witcher son ínfimas en comparación con cualquier expansión de artículos y objetos para Los Sims. Además entiendo ahora que no sean demasiados los MMORPG que deciden probar suerte en nuestras fronteras, o que compañías como Sony hagan burradas (NGE en SWG) con tal de acercarse y convencer al público. El dominio de World of Warcraft es tan absoluto, que no recuerdo haber vendido en los últimos tres meses más de un par de Star Wars Galaxies, Everquest 2, El Señor de los Anillos o incluso Tabula Rasa, cuyo lanzamiento ha pasado prácticamente inadvertido pese a venir apadrinado por el hombre que dio vida al género.
También resulta interesante, como analista, contrastar lo que yo y mis compañeros tendimos a destacar cuando analizamos un juego, y lo que realmente me piden luego en la tienda. La mayoría de clientes dan una mayor importancia al idioma, la temática, las posibilidades multijugador o el diseño de la portada, que al argumento, la jugabilidad, los gráficos, la edad recomendada o la compañía que hay detrás del juego. En otro frente encontramos la verdadera demanda que hay entre los usuarios de Wii, y que demuestra que la inmensa mayoría de clientes se decantan por el prototipo de juego directo, sencillo y familiar. Es por ello que ya no me sorprende que juegos con la calidad de Super Mario Galaxy, Zelda: Twilight Princess o Metroid Prime 3 aparezcan con cuentagotas en la consola de La Gran "N". Pero repito, ahora, vista qué demanda hay en la actualidad, lo entiendo. No sabéis lo que llego a añorar a mi Nintendo 64... o quizás sí. Recuerdo que antes tenía que descartar buenos juegos. Ahora casi tengo que buscarlos.
En fin, detesto resultar catastrofista en mis conclusiones, pero visto el sector desde todas las perspectivas posibles, tengo claro que lo que verdaderamente mueve a este sector es, como no podía ser de otra forma, el dinero. El vil metal. Y por ese motivo a día de hoy, después de una larga trayectoria como jugador y analista, y de haber visto el sector desde el punto de vista de los que únicamente buscan las ganancias económicas, ya no me sorprende que uno de los juegos más esperados del momento como lo es Metal Gear Solid 4 no vaya a venir doblado tal y como adelantó hace un par de semanas mi compañero Nacho Ortiz, cuando cualquier otra mediocridad basada en el estreno cinematográfico del mes, sí lo hará.
Y por otro lado: http://x360.hardgame2.com/index.php?zone=n...oticia&id=36417 (http://x360.hardgame2.com/index.php?zone=news&mod=noticia&id=36417)
Estos dos artículos de opinión (¿del mismo tío?) han desatado flame wars allí por donde han pasado. ¿Que opináis?
Por suerte (o por desgracia, como siempre, según se mire), las diferentes decisiones que he tomado a lo largo de mi vida me han llevado a gozar a día de hoy del mundo de los videojuegos desde tres puntos de vista distintos: como videoadicto, como analista, y desde hace unos meses, como vendedor en una importante cadena de tiendas dedicadas en exclusiva a la venta de juegos y consolas.
Pese a que mis facetas como jugador y redactor siempre me han hecho ver el sector de un modo bastante parejo, no ha sido hasta que me he puesto detrás del mostrador cuando he podido entender algunas de las situaciones que, a los que entendemos el videojuego como el octavo arte y no sólo como "un juguete más", nos sorprenden día a día como lo son los lanzamientos paupérrimos que aparecen semana tras semana, la explotación de sagas, las listas de ventas incomprensibles, las decisiones de compañías a priori ilógicas y en definitiva, las situaciones que no encajan en el modo de ver el sector del ocio electrónico que tenemos los que a diario leemos artículos, intentamos probar todas las novedades, participamos en foros y hacemos de los videojuegos algo más que un mero hobby.
Tras varios meses vendiendo juegos a miles y miles de clientes, son varias las lecturas que saco en claro. Aunque siempre habrá excepciones como lo fue el relanzamiento de ICO o la distribución en nuestro país de Metal Gear Solid 3: Subsistance, decisiones claramente enfocadas a contentar al sector más "hardcore" de los usuarios, lo cierto es que la realidad de una tienda demuestra que, por cada ICO que se vende, son un centenar los Need for Speed que nos vuelan de las manos. Es irónico pensar que, si juntábamos todas las reservas que teníamos hace una semana de juegos como Uncharted, Assassin's Creed, Mass Effect, Super Mario Galaxy o Crysis, no llegaban ni a la cuarta parte de las que tenía Pro Evolution Soccer 2008 en PlayStation 3 antes de salir a la venta, un juego del que apenas habíamos visto nada salvo unas declaraciones sorprendentes de sus responsables atacando a su propio juego y una lamentable demo que acabó derivando a un juego igualmente deficiente. En el pedido del pasado jueves venían 30 copias de Los Simpson para PSP, y sólo 4 de Silent Hill Origins. También venían cerca de 100 copias de WWF Smackdown 2008 para Xbox 360, y apenas 15 de Mass Effect. Da que pensar. Como también da que pensar que, entre los títulos económicos de PlayStation 2, vendan infinitamente más True Crime 2 y Matrix: Path of Neo que Kingdom Hearts 2, Tekken 5 o Shadow of the Colossus. Por mucho que como videoadicto y analista me moleste, las sagas consagradas a base de explotar la misma idea una y otra vez, o los títulos que se limitan a aprovechar el tirón de una atractiva licencia, siguen ninguneando las ventas de las nuevas y frescas ideas.
¿Y qué pasa con PC? Los cada vez más altos precios y los siempre temidos requístos mínimos, además de la piratería, provocan unos índices de ventas mínimos si lo comparamos con las ventas en consolas (que de Call of Duty 4, una saga nacida en PC, nos llegaron una decena para compatibles y más de 50 para PlayStation 3 y Xbox 360, habla por sí sólo del mercado del PC en nuestro país). Las ventas de un juego como The Witcher son ínfimas en comparación con cualquier expansión de artículos y objetos para Los Sims. Además entiendo ahora que no sean demasiados los MMORPG que deciden probar suerte en nuestras fronteras, o que compañías como Sony hagan burradas (NGE en SWG) con tal de acercarse y convencer al público. El dominio de World of Warcraft es tan absoluto, que no recuerdo haber vendido en los últimos tres meses más de un par de Star Wars Galaxies, Everquest 2, El Señor de los Anillos o incluso Tabula Rasa, cuyo lanzamiento ha pasado prácticamente inadvertido pese a venir apadrinado por el hombre que dio vida al género.
También resulta interesante, como analista, contrastar lo que yo y mis compañeros tendimos a destacar cuando analizamos un juego, y lo que realmente me piden luego en la tienda. La mayoría de clientes dan una mayor importancia al idioma, la temática, las posibilidades multijugador o el diseño de la portada, que al argumento, la jugabilidad, los gráficos, la edad recomendada o la compañía que hay detrás del juego. En otro frente encontramos la verdadera demanda que hay entre los usuarios de Wii, y que demuestra que la inmensa mayoría de clientes se decantan por el prototipo de juego directo, sencillo y familiar. Es por ello que ya no me sorprende que juegos con la calidad de Super Mario Galaxy, Zelda: Twilight Princess o Metroid Prime 3 aparezcan con cuentagotas en la consola de La Gran "N". Pero repito, ahora, vista qué demanda hay en la actualidad, lo entiendo. No sabéis lo que llego a añorar a mi Nintendo 64... o quizás sí. Recuerdo que antes tenía que descartar buenos juegos. Ahora casi tengo que buscarlos.
En fin, detesto resultar catastrofista en mis conclusiones, pero visto el sector desde todas las perspectivas posibles, tengo claro que lo que verdaderamente mueve a este sector es, como no podía ser de otra forma, el dinero. El vil metal. Y por ese motivo a día de hoy, después de una larga trayectoria como jugador y analista, y de haber visto el sector desde el punto de vista de los que únicamente buscan las ganancias económicas, ya no me sorprende que uno de los juegos más esperados del momento como lo es Metal Gear Solid 4 no vaya a venir doblado tal y como adelantó hace un par de semanas mi compañero Nacho Ortiz, cuando cualquier otra mediocridad basada en el estreno cinematográfico del mes, sí lo hará.
Y por otro lado: http://x360.hardgame2.com/index.php?zone=n...oticia&id=36417 (http://x360.hardgame2.com/index.php?zone=news&mod=noticia&id=36417)
Estos dos artículos de opinión (¿del mismo tío?) han desatado flame wars allí por donde han pasado. ¿Que opináis?