ZDV Bot
04/12/2012, 10:45
Leer noticia original en Anaitgames (http://www.anaitgames.com/noticias/14-videojuegos-se-unen-al-catalogo-del-moma)
http://www.anaitgames.com/images/uploads/2012/12/moma_videojuegos_1.jpg
El Museum of Modern Art de Nueva York ha comprado 14 videojuegos que comenzarán a ser expuestos en las galerías Philip Johnson del museo a partir de marzo de 2013. Se espera que la cantidad ascienda a 40 en no mucho tiempo; el museo ya ha desvelado tanto los que tiene como los que espera tener «en los próximos años», todo ello dentro del Departamento de Arquitectura y Diseño.
Estos (http://www.moma.org/explore/inside_out/2012/11/29/video-games-14-in-the-collection-for-starters) son los catorce títulos que ya están en el catálogo del museo, a la espera de empezar a ser expuestos al público:
• Pac-Man (1980)
• Tetris (1984)
• Another World (1991)
• Myst (1993)
• SimCity 2000 (1994)
• vib-ribbon (1999)
• The Sims (2000)
• Katamari Damacy (2004)
• EVE Online (2003)
• Dwarf Fortress (2006)
• Portal (2007)
• flOw (2006)
• Passage (2008)
• Canabalt (2009)
De aquí a unos años el museo planea incluir a su catálogo Spacewar! (1962), unos cuantos juegos de la Magnavox Odyssey (1972), Pong (1972), Snake (no se especifica si el original de los 70, aunque se da por supuesto un poco, o el de los móviles Nokia del 97), Space Invaders (1978), Asteroids (1979), Zork (1979), Tempest (1981), Donkey Kong (1981), Yars’ Revenge (1982), M.U.L.E. (1983), Core War (1984), Marble Madness (1984), Super Mario Bros. (1985), The Legend of Zelda (1986), NetHack (1987), Street Fighter II (1991), Chrono Trigger (1995), Super Mario 64 (1996), Grim Fandango (1998), Animal Crossing (2001), y Minecraft (2011).
Según Paola Antonelli, del Departamento de Arquitectura y Diseño del MoMA, «nuestro criterio (...) enfatiza no sólo la calidad visual y la experiencia estética de cada juego, sino también muchos otros aspectos (desde la elegancia del código al diseño del comportamiento del jugador) que concernientes al diseño de interacciones». Como en todas las piezas expuestas, se ha buscado «la combinación de relevancia histórica y cultural, expresión estética, solidez funcional y estructural, acercamientos innovadores a la tecnología y el comportamiento y una síntesis exitosa de materiales técnicas para alcanzar la meta impuesta por el programa inicial».
Evidentemente, las reacciones no se han hecho esperar. En un artículo para The Guardian concisamente titulado «Lo siento, MoMA, los videojuegos no son arte», Jonathan Jones (crítico de arte desde hace más de una década y jurado del Turner Prize) intentaba poner una barrera clara entre el diseño de juegos y el arte: «El arte puede haber diseñado piezas de ajedrez. Pero el juego del ajedrez en sí no es arte ni genera arte; es sólo juego. Y lo mismo es Dwarf Fortress», escribe (http://www.guardian.co.uk/artanddesign/jonathanjonesblog/2012/nov/30/moma-video-games-art) Jones, que opina que «una obra de arte es la reacción de una persona ante la vida. Cualquier definición de arte que lo priva de esa respuesta de un creador humano es una definición inútil.»
En Twitter, José Luis de Vicente (https://twitter.com/jldevicente), consultor y comisario de arte, nuevos medios y diseño, recalcó el hecho de que sí, hay videojuegos en el MoMA, pero también hay ***** sillas y coches:
Los videojuegos están en la colección del MoMA, sí. En la de Diseño. Donde hay también sillas, tipografías y helicópteros.Nada noticiable.
— José Luis de Vicente (@jldevicente) November 30, 2012 (https://twitter.com/jldevicente/status/274574084044632065)
Agarrémonos bien a las sillas. No pude dejar de pensar en Jonathan Franzen y lo que opina sobre los videojuegos (http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/17/actualidad/1353181218_716026.html): «Veo los anuncios por televisión sobre la última secuela de los juegos más conocidos y son terribles, por muy buen aspecto que tengan. Resultan estúpidos.» Claro que resultan estúpidos; entre orcos con hachas gigantes acompañados de cachondas en bikini de piel de tigre y el último anuncio de Call of Duty (http://www.anaitgames.com/videos/anuncio-tv-call-of-duty-black-ops-ii), no habría que echarse las manos a la cabeza por que un escritor opine que lo nuestro es estúpido. En gran parte lo es.
Yo creo que Portal es arte; creo que Journey es arte y que Passage, por mencionar uno de los que están en la colección, es arte. No creo que todos los que estén ahí sean arte: no creo que Tetris lo sea, ni Super Mario Bros., y que me corten las piernas si creo que Dwarf Fortress es arte. No me cuesta incluir a Journey y a Super Mario Bros. entre mis juegos favoritos, a pesar de lo que acabo de escribir; ambos me parecen ejercicios de diseño sensacionales, pero uno me lleva a una reflexión más profunda sobre ciertos temas fundamentales y el otro no.
http://www.anaitgames.com/images/uploads/2012/12/moma_videojuegos_2.png
Sí creo que «una obra de arte es la reacción de una persona ante la vida», como decía Jones en The Guardian, pero no creo que «el jugador no puede reclamar una visión personal de la vida en el juego, mientras que el creador del juego ha cedido esa responsabilidad»: sí creo que, en ciertos juegos, hay una reflexión sobre la condición humana a la que el o los autor o autores del juego nos hacen llegar a través de la interacción, efectivamente, de un diseño y de un código, que, parece, es lo que interesa a los del MoMA. Se confunde Jones al decir que «nadie "posee" el juego, así que no hay artista y por tanto no hay obra de arte».
Pero no hay que confundir la velocidad con el tocino. Que no todos los juegos sean arte no significa que no puedan serlo; que los juegos impliquen ciertas disciplinas artísticas o creativas como la escritura o la pintura no quiere decir absolutamente nada, porque la revista Car and Driver tiene un montón de texto y, en fin; que los videojuegos tengan un porcentaje especialmente bajo de piezas que pueden ser consideradas relevantes como demostración de la condición artística del medio, al enfrentarlo a, bueno, todo aquello de lo que bebe (la música, la literatura, el cine) tampoco es preocupante, creo.
Lo que está claro es que el MoMA legitima; es una figura de autoridad a la que hay que tenerle un respeto, y afianza al videojuego como medio artístico y como artefacto cultural. Pero llegará un momento en que el videojuego tenga que dejar de vivir de las rentas del establishment y empezar a tirar por sí mismo del carro de lo artístico; hasta qué punto está preparado para hacerlo es algo que es difícil tener claro.
Leer noticia original en Anaitgames (http://www.anaitgames.com/noticias/14-videojuegos-se-unen-al-catalogo-del-moma)
http://www.anaitgames.com/images/uploads/2012/12/moma_videojuegos_1.jpg
El Museum of Modern Art de Nueva York ha comprado 14 videojuegos que comenzarán a ser expuestos en las galerías Philip Johnson del museo a partir de marzo de 2013. Se espera que la cantidad ascienda a 40 en no mucho tiempo; el museo ya ha desvelado tanto los que tiene como los que espera tener «en los próximos años», todo ello dentro del Departamento de Arquitectura y Diseño.
Estos (http://www.moma.org/explore/inside_out/2012/11/29/video-games-14-in-the-collection-for-starters) son los catorce títulos que ya están en el catálogo del museo, a la espera de empezar a ser expuestos al público:
• Pac-Man (1980)
• Tetris (1984)
• Another World (1991)
• Myst (1993)
• SimCity 2000 (1994)
• vib-ribbon (1999)
• The Sims (2000)
• Katamari Damacy (2004)
• EVE Online (2003)
• Dwarf Fortress (2006)
• Portal (2007)
• flOw (2006)
• Passage (2008)
• Canabalt (2009)
De aquí a unos años el museo planea incluir a su catálogo Spacewar! (1962), unos cuantos juegos de la Magnavox Odyssey (1972), Pong (1972), Snake (no se especifica si el original de los 70, aunque se da por supuesto un poco, o el de los móviles Nokia del 97), Space Invaders (1978), Asteroids (1979), Zork (1979), Tempest (1981), Donkey Kong (1981), Yars’ Revenge (1982), M.U.L.E. (1983), Core War (1984), Marble Madness (1984), Super Mario Bros. (1985), The Legend of Zelda (1986), NetHack (1987), Street Fighter II (1991), Chrono Trigger (1995), Super Mario 64 (1996), Grim Fandango (1998), Animal Crossing (2001), y Minecraft (2011).
Según Paola Antonelli, del Departamento de Arquitectura y Diseño del MoMA, «nuestro criterio (...) enfatiza no sólo la calidad visual y la experiencia estética de cada juego, sino también muchos otros aspectos (desde la elegancia del código al diseño del comportamiento del jugador) que concernientes al diseño de interacciones». Como en todas las piezas expuestas, se ha buscado «la combinación de relevancia histórica y cultural, expresión estética, solidez funcional y estructural, acercamientos innovadores a la tecnología y el comportamiento y una síntesis exitosa de materiales técnicas para alcanzar la meta impuesta por el programa inicial».
Evidentemente, las reacciones no se han hecho esperar. En un artículo para The Guardian concisamente titulado «Lo siento, MoMA, los videojuegos no son arte», Jonathan Jones (crítico de arte desde hace más de una década y jurado del Turner Prize) intentaba poner una barrera clara entre el diseño de juegos y el arte: «El arte puede haber diseñado piezas de ajedrez. Pero el juego del ajedrez en sí no es arte ni genera arte; es sólo juego. Y lo mismo es Dwarf Fortress», escribe (http://www.guardian.co.uk/artanddesign/jonathanjonesblog/2012/nov/30/moma-video-games-art) Jones, que opina que «una obra de arte es la reacción de una persona ante la vida. Cualquier definición de arte que lo priva de esa respuesta de un creador humano es una definición inútil.»
En Twitter, José Luis de Vicente (https://twitter.com/jldevicente), consultor y comisario de arte, nuevos medios y diseño, recalcó el hecho de que sí, hay videojuegos en el MoMA, pero también hay ***** sillas y coches:
Los videojuegos están en la colección del MoMA, sí. En la de Diseño. Donde hay también sillas, tipografías y helicópteros.Nada noticiable.
— José Luis de Vicente (@jldevicente) November 30, 2012 (https://twitter.com/jldevicente/status/274574084044632065)
Agarrémonos bien a las sillas. No pude dejar de pensar en Jonathan Franzen y lo que opina sobre los videojuegos (http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/17/actualidad/1353181218_716026.html): «Veo los anuncios por televisión sobre la última secuela de los juegos más conocidos y son terribles, por muy buen aspecto que tengan. Resultan estúpidos.» Claro que resultan estúpidos; entre orcos con hachas gigantes acompañados de cachondas en bikini de piel de tigre y el último anuncio de Call of Duty (http://www.anaitgames.com/videos/anuncio-tv-call-of-duty-black-ops-ii), no habría que echarse las manos a la cabeza por que un escritor opine que lo nuestro es estúpido. En gran parte lo es.
Yo creo que Portal es arte; creo que Journey es arte y que Passage, por mencionar uno de los que están en la colección, es arte. No creo que todos los que estén ahí sean arte: no creo que Tetris lo sea, ni Super Mario Bros., y que me corten las piernas si creo que Dwarf Fortress es arte. No me cuesta incluir a Journey y a Super Mario Bros. entre mis juegos favoritos, a pesar de lo que acabo de escribir; ambos me parecen ejercicios de diseño sensacionales, pero uno me lleva a una reflexión más profunda sobre ciertos temas fundamentales y el otro no.
http://www.anaitgames.com/images/uploads/2012/12/moma_videojuegos_2.png
Sí creo que «una obra de arte es la reacción de una persona ante la vida», como decía Jones en The Guardian, pero no creo que «el jugador no puede reclamar una visión personal de la vida en el juego, mientras que el creador del juego ha cedido esa responsabilidad»: sí creo que, en ciertos juegos, hay una reflexión sobre la condición humana a la que el o los autor o autores del juego nos hacen llegar a través de la interacción, efectivamente, de un diseño y de un código, que, parece, es lo que interesa a los del MoMA. Se confunde Jones al decir que «nadie "posee" el juego, así que no hay artista y por tanto no hay obra de arte».
Pero no hay que confundir la velocidad con el tocino. Que no todos los juegos sean arte no significa que no puedan serlo; que los juegos impliquen ciertas disciplinas artísticas o creativas como la escritura o la pintura no quiere decir absolutamente nada, porque la revista Car and Driver tiene un montón de texto y, en fin; que los videojuegos tengan un porcentaje especialmente bajo de piezas que pueden ser consideradas relevantes como demostración de la condición artística del medio, al enfrentarlo a, bueno, todo aquello de lo que bebe (la música, la literatura, el cine) tampoco es preocupante, creo.
Lo que está claro es que el MoMA legitima; es una figura de autoridad a la que hay que tenerle un respeto, y afianza al videojuego como medio artístico y como artefacto cultural. Pero llegará un momento en que el videojuego tenga que dejar de vivir de las rentas del establishment y empezar a tirar por sí mismo del carro de lo artístico; hasta qué punto está preparado para hacerlo es algo que es difícil tener claro.
Leer noticia original en Anaitgames (http://www.anaitgames.com/noticias/14-videojuegos-se-unen-al-catalogo-del-moma)